top of page

A Fondo

The Beatles: A propósito del Álbum Blanco II

El talento del cuarteto para los arreglos

beat_1a.jpg
Foto: Apple Corps Ltd.
Texto: Fernando Mompó

La música de los Beatles sigue siendo relevante después de que ha pasado casi medio siglo desde que el grupo se separó y dejó de hacer música como unidad. Los dos miembros sobrevivientes siguen siendo noticia y continúan grabando nueva música: Ringo Starr acaba de lanzar Give More Love en septiembre de este año y Paul McCartney editó Egypt Station en  septiembre del 2018. Ambos continúan haciendo giras a nivel mundial con un éxito que asombra para artistas que están más cerca de los 80 años que de los 70.
La música de los Beatles tiene una calidad única que puede enfocarse desde muchos ángulos: las voces, las letras, la innovación en el estudio de grabación, lo revolucionaria, la energía y una larga lista de razones. Este artículo se concentrará en los detalles de estructura que tienen las canciones del Álbum Blanco, que pueden pasar inadvertidos intelectualmente para aquellos que no tienen una formación musical, pero que gracias a la magia de la música el sentimiento de que hay algo diferente y especial llega al espíritu.

 

La música popular que se escucha en la actualidad, como otras ramas profesionales, tiene unas reglas que aunque no están escritas, su uso es tan común que se convierten en el estándar. Los artistas que incorporan variaciones a estos estándares se consideran innovadores; lamentablemente son pocos, pero un gran ejemplo entre ellos son los Beatles. El artículo no pretende ser un análisis técnico exhaustivo de todas las canciones del Álbum Blanco, más bien presenta detalles musicales sencillos que pueden ser apreciados sin la necesidad de una formación musical.

“BACK IN THE USSR”
“Back in the USSR” parece una canción de rock compuesta en la típica estructura del blues o del rock and roll y en el fondo lo es, aunque con algunas pequeñas sorpresas. Empecemos con la introducción de “Back in the USSR” mencionando que los Beatles eran unos maestros para evitar los clichés en las introducciones de sus canciones y también en los finales.

 

En general, las canciones empiezan con una introducción, lo común es que esta parte sea un pasaje instrumental sobre la base de los acordes de la estrofa y en algún caso más osado sobre los del coro. Como se hará evidente en este artículo, los Beatles evitaban estas reglas de manera consistente.
Dos aclaraciones:
 
a) El 99% de las canciones están compuestas en compases de 4 tiempos, por lo que al escuchar la música se puede fácilmente percibir que hay grupos de cuatro que se pueden contar “un, dos, tres, cuatro”, “un, dos, tres, cuatro”. Cada grupo de cuatro es un compás.
b) El 99% de las canciones están compuestas en un solo tono musical. Habrán escuchado decir en música clásica: “Esta es la sonata para piano en Do Mayor o la sinfonía en Mi Bemol Menor de tal o cual autor”. Ése es el tono. En la música actual podría decirse lo mismo. Por ejemplo, en los Beatles sería apropiado decir: “Esta canción es ‘Let It Be’ en el tono de Do Mayor o ‘I Will’ en el tono de Fa Mayor”.

beat_5_fernando.jpg

Fernando Mompó conduce --junto a Juan Carlos Calero y desde hace más de una década-- La Beatleoteca, programa integramente dedicado a The Beatles. Lo pueden sintonizar en FM 103.0 Radio Deseo (La Paz).

En “Back In the USSR”, la introducción no es un pasaje instrumental de la estrofa, son cuatro compases en un solo acorde de Mi Mayor Séptima (Mi7), esto ya es diferente pero lo que lo hace aun más distinto es el hecho de que el primer acorde de las canciones tradicionales es casi siempre el que le da el tono. “Back in the USSR” está en el tono de La Mayor que es evitado deliberadamente para la introducción y se prefiere el Mi7, que es el quinto grado del tono de La Mayor. Me permito afirmar que el uso del Mi7 es deliberado porque para suerte de los fanáticos existe un demo de “Back in the USSR” grabado en la casa de George Harrison en mayo de 1968, en el que los cuatro compases de la introducción están en La Mayor, que es el tono de la canción; ésto era lo obvio. Pero puedo imaginarme fácilmente a los Beatles trabajando en el estudio de grabación y escuchar a alguno de ellos decir: “Quitemos la obviedad de la introducción, empecemos en un acorde distinto”, y así es cómo quedó para la posteridad. Simple pero efectivo.
Avancemos a la estrofa de “Back in the USSR” para encontrar la segunda sorpresa. La canción nos presenta el espíritu de un rock and roll de tres acordes en el modo en que están escritos miles de éxitos, incluso de los Beatles, algunos covers especialmente como “Long Tall Sally” y “Matchbox” o canciones propias como “She’s a Woman” o “I’m Down”.

 

Los tres acordes están en el tono de la canción que sería el grado I, luego el cuarto acorde de la tonalidad para completar con el quinto acorde del tono. En “Back in the USSR”, como está en el tono de La Mayor, el cuarto grado es Re Mayor y el quinto es Mi Mayor. Una vez más, esto sería lo obvio. Me imagino a Paul componiéndola en Rishikesh, India, mientras estaban estudiando meditación trascendental con el Maharishi Mahesh Yogi a principios de 1968, y diciéndose a sí mismo: “Qué pasaría si en lugar de avanzar dos trastes para ir de Re Mayor a Mi Mayor (así es en la guitarra) voy dos trastes atrás a Do Mayor?”. Y lo que sucede es que tenemos una canción que parece la tradicional de rock and roll pero diferente. En lugar de los grados I, IV y V, “Back in the USSR” está compuesta en los grados I, IV y III, logrando una novedad con un “truco” --una vez más-- simple pero efectivo.

“DEAR PRUDENCE”
El inicio de “Dear Prudence” se fusiona con el efecto de sonido de avión del final de “Back in the USSR” y la introducción es una línea melódica tocada en la guitarra. Parecería una introducción tradicional con un pasaje instrumental; sin embargo, aquí viene la sorpresa: aunque es simple, la progresión de acordes no es la de la estrofa ni la del coro, es una progresión única que sólo se utiliza en la introducción y para el cierre de la canción, todo un detalle.


La siguiente sorpresa en esta composición de John Lennon es el tono. Pareciera que la canción está en Re Mayor porque es el acorde base de las progresiones de “Dear Prudence”, pero no es así. Las tonalidades mayores tienen siete notas; en este caso, la de Re Mayor tiene las siguientes notas: Re-Mi-Fa#-Sol-La-Si-Do# (# significa sostenido). No hace falta entrar en más detalles que decir que las teclas negras del piano se utilizan para tocar los sostenidos y los bemoles.


En “Dear Prudence”, en los acordes, aparece el Do sin sostenido en todos los casos que aparece la nota Do, lo cual nos lleva a concluir que el tono es Sol Mayor, que tiene las mismas notas que Re Mayor excepto por el Do, que es natural y no sostenido como aparece en la composición de John. Alguien más aguzado en la teoría musical podría decir con acierto que el tono es un Re Mixolidio, pero esa es una sutileza que no se necesita para apreciar la novedad que nos presenta Lennon.


Otro detalle de “Dear Prudence” es la aparición en la progresión en varias ocasiones de la nota Si Bemol que no pertenece ni a la tonalidad de Re Mayor ni a la de Sol Mayor. Un adorno usado con cierta frecuencia en algunas canciones en tonalidad mayor es tocar en secuencia el acorde de cuarto grado que siempre es mayor seguido por el mismo cuarto grado en menor saliendo por un momento de la tonalidad. Ya habíamos definido que la tonalidad estaba más relacionada con Sol Mayor pero Lennon nos hace dudar porque para entender el Si Bemol en “Dear Prudence” se tendría que asumir que la tonalidad es Re Mayor cuyo cuarto grado es Sol Mayor y con el Si Bemol se hace un pase implícito al cuarto grado menor Sol Menor. Entonces, ¿cuál es el tono? La conclusión es que a momentos es Re Mixolidio y a momentos Re Mayor.

“GLASS ONION”
Una vez más Lennon y una vez más la introducción. Aunque en este caso, la sorpresa es más bien lo contrario: “Glass Onion” no tiene introducción. Luego de dos golpes de batería de Ringo, la primera estrofa empieza directamente sin introducción; insisto, simple pero efectivo.


Y el final es una coda, que es un término italiano que literalmente significa “cola” y en música se entiende como un pasaje musical que puede ser corto o largo al final de una obra. Lo común es que sea una repetición de alguna parte de la canción a la que se va bajando el volumen o se le da un final consistente.
En “Glass Onion”, la coda es un pasaje musical instrumental. Lo novedoso es que ese pasaje no aparece en ningún momento en la canción, es una pieza musical que es distinta, que incluso choca con el resto de la obra pero sirve para lograr la novedad buscada.

“WHILE MY GUITAR GENTLY WEEPS”
Esta vez es el turno de George Harrison. El primer detalle a notar es en la introducción con dos instrumentos predominantes. El piano, que en la primera mitad toca una melodía insistente en una sola nota y en la segunda mitad un avance de lo que será la melodía de la canción. El segundo es un platillo notorio tocado por Ringo que dura toda la introducción y la primera mitad del primer verso.  Ambas contribuciones instrumentales no vuelven a aparecer en el resto de la canción.


Hubiera sido obvio repetir unos elementos tan distintivos; sin embargo, el que no aparezcan de nuevo hace que en una siguiente escucha se atesore estas partes porque sabemos que no aparecerán de nuevo.
Armónicamente, George nos propone los versos en una tonalidad de La menor y en los puentes (las partes distintas armónicamente y melódicamente) una tonalidad de La Mayor, esto otorga una sensibilidad claramente diferenciada entre las dos partes.

beat_6.jpg
Foto: Apple Corps Ltd.

“HAPPINESS IS A WARM GUN”
John Lennon cierra el lado uno con esta composición que en realidad son tres composiciones distintas combinadas en una canción. En “Happiness Is A Warm Gun”, Lennon lleva el efecto de la introducción de “While My Guitar Gently Weeps” un paso más allá y además lo hace dos veces.


Lennon presenta la primera parte de la canción que empieza con “She’s not a girl who misses much...”, que dura cinco frases de letra en un arreglo casi acústico. Luego, al igual que George, abandona el motivo del piano y el platillo y no lo vuelve a usar. Lennon va más allá y no vuelve a presentar todo el arreglo musical inicial en el resto de la canción.


La segunda parte musical empieza con “I need a fix…”, y ni la armonía, ni la melodía, ni la letra tienen relación con la primera parte. Dura tres frases de letra y además, cambia el ritmo: en lugar del tradicional 4/4 de la primera parte utiliza tiempos de 9/8 y 12/8.


Luego de esas tres fases Lennon vuelve a abandonar nuevamente esta segunda parte y presenta la tercera parte que empieza con “Happiness is a warm gun..”, que a la vez es diferente armónica, melódica y líricamente a las dos anteriores. El tempo vuelve al 4/4 con un pequeño guiño al 12/8 de la segunda parte.
El arreglo total es osado al combinar tres canciones en una sola y mantiene la novedad a lo largo de la canción.


“I WILL”
A primera escucha parece una canción acústica de amor, pero tiene algunas sorpresas. Primero, no tiene introducción, la voz empieza sola en las palabras “Who knows...” y luego entran los demás instrumentos.
En la parte lírica hay una rareza que suele pasar inadvertida. Toda la letra es única, no hay repeticiones en la canción, Esto no es común, casi todas las canciones tienen repeticiones. ¿Cuál es el resultado? Aunque “I Will” es una canción corta, como no hay repetición de letra logra contar una historia.


Y aun hay una sorpresa más: a lo largo de la canción se escucha un bajo. Pero no es tocado en el instrumento, es Paul cantándolo de manera percusiva.


Cada canción de los Beatles es una lección de arreglos excepcionales --no sólo en el Álbum Blanco--, que son un legado para el arte musical.  Los detalles pueden estar en la armonía, en la melodía, en la letra, en el ritmo, en la estructura, en las voces o en la instrumentación. Incluso las técnicas de grabación utilizadas en el estudio fueron innovadoras, usando pistas a velocidades más lentas o más rápidas, también al revés (“I’m Only Sleeping”). Diferentes ubicaciones de los micrófonos para grabar la batería, las guitarras y otros instrumentos.


La obra de los Beatles es mucho más que buenas canciones interpretadas de manera magistral, hay mucho para apreciar y aprender. Este artículo sólo toca la punta del iceberg y tiene por objeto invitarlos a buscar y apreciar este tipo de detalles que hacen la música de los Beatles aun más grata de escuchar.

NÚMERO DE VISITANTES

© 2024, Derechos Reservados. La Paz, Bolivia.

acordes es una página de crítica musical y rock boliviano.

Se permite la reproducción parcial del contenido de las notas siempre y cuando la fuente de origen sea citada correctamente.

bottom of page